Cuando el mundo tiembla
bajo las fauces de un vulgar rugido,
y se estremece el olvido
bajo un dolor que desespera.
Y pasa la vida entera
y ya nada queda en pie,
¿cuál es la maldita frontera
que dicta qué está mal¿
¿Yqué está bien?
Pido a la vida que me devuelva aquella sonrisa
que robó de mis labios, a toda prisa,
y entre el murmullo del viento
puedo hoy encontrar hoy un abandonado te quiero.
Perdí las ilusiones que tantas veces me guiaron,
ya mis pies se encuentran demasiado cansados
para seguir volando entre los mundos de un sueño extraño.