miércoles, 30 de noviembre de 2011

Deshaucio.

Quise ser quien tu querías.
Y me olvidé de mí misma.
De mis sueños y mi poesía.
Mi mirada quedó vacía,
mi corazón relegado
por un futuro incierto y desafortunado.
Un cuento de nuevos tormentos,
de recuerdos nunca muertos
entre el vaivén de sollozos:
tú. tú. ¿o es que hay otro?
Nunca hubo nadie más que ese hielo
que cubría la extensión de mi mundo hasta el cielo,
que hacía gélidas las nubes del recuerdo,
las tinieblas del pensamiento.
Un deshacio. Otra herida.
Hasta que tu orgullo languidecía
y volvías en busca de aquella niña
que por tus besos se moría.
Pero esa niña creció. Y tú no estabas,
nunca estuviste. Se perdió
entre días de lluvia, negros y grises
por una nueva ilusión que tiñiera sus sueños
del color del limón, del azul de sus sueños.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Sweet dream

Recorrí Madrid
De la mano de algún recuerdo
Que encontré al sonreír
Acordándome de que tú eras mi dulce sueño.

“Sweet dream” but sad waking up,
Pequeña alegría derivada de un recóndito malestar
Que invadía mi cuerpo al pensar que nunca podías estar.

La pieza del puzle que destrocé
Sabiendo que no podía soportar
Decir que te tenía sin tenerte realmente
Viviendo soñando ahora y para siempre.

Y dejé el corazón que se rompió en soledad
Cayendo mil lágrimas de podrida ilusión,
Pues el dolor de tu ausencia era la única verdad;
Siempre nada y nadie martilleando mi realidad.

Venías y te ibas, mas yo me quedaba
En el mismo lugar donde tú antes estabas,
sujetando recuerdos, besos y miradas
Mas nunca sabía cuándo volvería a encontrarla.

Y quedé enterrada entre tantos recuerdos
Como le aconteció a Tarpeya;
Una parte de mí salió fuera
Y otra quedó para siempre sepultada.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Sueños lejanos.

Busca tu lugar. Encuentra tus sueños
No los dejes marchar o no volverán.
Cázalos, adivina su vuelo,
Quizás no vuelvan a aterrizar.

¿Tu sonrisa? No sé qué significa,
Es un silencio callado, una esperanza perdida,
El símbolo de aquella inocente niña
Que fue tuya, tuya en la lejanía.

En la lejanía soñó con tus besos,
Soñó con versos y sonetos,
Con miradas a través de la ventana
Que pudieran ser tus claras pestañas.

¿Hay alguien más ahí? Suena hueco.
Puedo oler desde aquí el fuego
Que una vez consumieron mis miedos
Mientras que iluminaba cada sueño.

Tan sólo quedan rescoldos que quizás se lleve el viento
Junto con un sinfín de lamentos declarados en silencio
Bajo el caduco rímel que hay debajo del desierto.

Quizás no quede nada ya
Detrás de mi mirada, mas
Hoy yo soy yo conversando con mi alma
En un duelo enfrentado con mi  lógica cansada.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Querer

A veces me pregunto
Qué es querer,
Qué es ser querido,
Si es una ilusión o el principio del olvido.

Si te olvidas de ti mismo o eres más tú que nunca,
Si es una enfermedad o como dijera algún poeta, la única fortuna.

De qué sirve querer,
Quizás no sirva, sólo sea,
Y sirva para parecer
Que no eres alguien cualquiera.

Nos gusta sentirnos amados
Aunque nos sintamos aterrados
Si el corazón late más fuerte
De repente, nos sorprende.

Nos sorprende mirar a unos ojos
Que no nos oculten nada
En este mundo rabioso
¿cómo atreverse a andar de espaldas?

Y eso es amar. Querer sin condición.
Cerrar los ojos. Dejarse llevar.
Darle la mano. Abrir tu corazón.
Pero la pregunta es…
¿Cuándo sabes por quién tus latidos son?

sábado, 12 de noviembre de 2011

¿Y aquella, aquel, aquello?

Limpié las huellas que aún quedaban
En el fondo de aquella mirada
Que estaba contaminada,
Aquella que estuvo alguna vez enamorada.

Miro los fragmentos y algo me desconcierta,
¿qué ha sido de aquel cometa?
Aquel que mis sueños perseguían,
Aquel que significaba todo lo que quería.

¿Quién es aquella que escribió aquellas palabras
Con las que tal vez, una vez, me sentí identificada
Mientras que hoy sólo son recuerdos de una época pasada,
Las palabras de una realidad extraña?

¿Dónde se encuentra lo que alguna vez sentí?
Aquello en lo que en este mismo suelo escribí
Con tinta, fuego y un sinfín
De besos esparcidos junto a ti.

Aquel momento. Aquella mirada. Todo aquello.
Se perdió en el susurro de este lamento.
En un baile de lágrimas y viento.
Un arcoíris de lógica y sentimiento.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Sinfonía.

Cuando me he marchado
añoras mis sueños, mi sonrisa.
Añoras aquello que tanto
querías y no soportabas,
lo que tanto te dolía y no comprendías.

Ahora me quieres. Pero yo no te quería.
¿Por qué? ¿No comprendes
el error de esta letanía?
Tú y yo, ya no somos la misma sinfonía.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Believe in love?

You can choose.
Loving or not loving?
I love you. It's right?
What's the meaning?

What's the love?
Can you believe in?
Is the most important
to be loved or to know how loving?

Where is the path?
When is the perfect time?
Who decide what's the true love?
where has the man done?

Look. Can you hold his hand?
Breath. You can think. You hug yours fears.
Kiss the sky. Listen your heart.
You can touch the clouds.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Frío Invierno.

Es tiempo de que el vaho empañe los cristales
quedando el sol reducido a silencio,
mientras sólo quedan burdos seriales
de lo que fue un amor, aquella tarde.

Tarde en la que compartimos sueños,
tarde en la que compartimos recuerdos
motivados por el tono del cielo
que fue vencido por un siempre, un te quiero.

Cada abrazo que escribimos en cada rincón
se convirtió en polvo, el calor se evaporó
como si se tratara de un tordo lamento
que se ha perdido en los ecos de un nuevo invierno.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Recuerdos.

Aquel sueño que nadie comprendió
Y que juntos compartimos,
Aquel que nadie entendió
Pero que nosotros esculpimos.

Locos. ¿Fuimos locos acaso
por creer en aquel abrazo que nos dimos
Tras el paso de tantos años, de tantos guiños
De tantas sonrisas envasadas al  vacío?

Ya sólo hay recuerdos aplastados
Por el huracán de la realidad,
Ya sólo hay momentos pasados
Que se han perdido en el alquitrán.

Tan sólo recuerdos que no significan nada,
Que fueron pequeños instantes de magia,
Y que hoy, se perdieron como polvos de hadas.

martes, 1 de noviembre de 2011

Te equivocas.

Hace tiempo me regalabas cada sueño. Tú lo pintabas. Esbozabas la idea. Yo definía su contorno y coloreaba cada rincón, con cuidado de no salirme de la línea.
Tú escribías el índice de nuestra historia. Yo dotaba a cada capítulo de contenido.
Tú ponías el sujeto. Yo el verbo y los complementos. Separaba las palabras, ponía los puntos y dividía los párrafos.
Pero de tanto escribir, de tanto tachar malas palabras, de cambiar diálogos… la tinta explotó y se expandió por todo el folio, borrando cada capítulo, cada palabra…y finalmente, cada sueño que reflejaba aquella historia.
Como la pluma del poeta se quedó sin tinta, mi corazón se quedó sin fuerza para latir por ti, a tu ritmo.. se quedó sin la energía necesaria para seguir bombeando sangre que llevara tu ADN. Necesitaba la libertad que tú pretendías quitarle. Porque, aunque mi corazón llevaba el ritmo acompasado de tu nombre, a ti siempre se te olvidaba, no lo sabías, o ni siquiera te lo creías. Por eso sentiste la necesidad de atarme tanto.. que mi instinto tuvo que apartarse de ti, para poder respirar sin sentirse observada, juzgada… sin sentir que cada paso que daba era en falso, un error y que sólo te hacía daño…
¿Por qué?
Ahora afirmas que fui. Que soy. Incluso que seré.
¡Ja! Eso no lo sabes. Nunca pudiste saberlo. Has de saber, simplemente, que ahora no soy nada. En eso te equivocas ahora, como te equivocabas cuando cerrabas tus ojos a la realidad. Es bonito soñar. Pero es mucho más bonito vivir para realizar tus sueños.
Me quedé sin tinta.
Y aquel ejemplar de mis sueños se quemó en el infierno de la realidad.