domingo, 17 de febrero de 2013

¿Uno son dos?

Ahora que nadie me escucha,
que nadie siente mis lágrimas,
ahora, que ni tú me buscas,
ni yo cambio de página.

Quiero preguntar si existes,
si exististe alguna vez o te inventé;
¿por qué no viniste a buscarme
erguido en tu hermoso corcel?

¿Por qué no viniste a buscarme
a aquella torre de marfil
- si incluso cuando te escribí
decidiste dejarme ir-?

Tú eras el único capaz de hacerme creer,
y te marchaste, tan lejos... y aún no entiendo por qué;
¿por qué te aferras al pasado sin ver el presente?,
¿por qué no ves que mil te quiero, no siempre es suficiente?

Creo que siempre significarás más que ninguno,
y aún así, tu dirás, ¿por qué huyo?
Nunca creíste que este, mi corazón, era tuyo.

Y ahora, ni yo lo sé; hay dos personas
tan opuestas, pero con el mismo nombre,
a uno le veo; mientras el otro siempre se esconde.