domingo, 29 de enero de 2012

Silencio del viento.

Intentamos amar sin mirarnos,
querernos, olvidar que éramos extraños.

Olvidar nuestro nombre. Crear un pronombre
que nos uniera por siempre, en sucesivos años.

Hicimos cómplice al viento,
la sonrisa se congeló antes de aquel invierno,
cuando aún las hojas no caían,
un corazón se quedó perdido en el silencio.

Inventamos un cuento sin caricias,
sin miradas cómplices, sin sonrisas
que decían quién era quien quería
lo que sería amar y ser correspondida.

¿Qué fue de aquel final que no quisimos,
qué, de aquellos sueños compartidos?
si ahora no estás y nunca estuvimos
unidos en el tiempo aunque ambos nos quisimos.

De nada sirvió el amor, que cambió nuestras almas.
Aquel invasivo sentimiento que adiviné en tu mirada.
Todo o nada.
Y así fue cómo llego un final que no esperabas...